Enfermedad Que No Digiere La Comida?
Wakabayashi Asako
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Definición y hechos – La gastroparesia, también llamada retraso del vaciamiento gástrico, es un trastorno que retrasa o detiene el movimiento de los alimentos del estómago al intestino delgado, a pesar de que no hay una obstrucción en el estómago o en los intestinos.
Contents
¿Por qué no se digieren los alimentos?
¿Qué es la digestión pesada y por qué se produce? – Una mala alimentación y unos malos hábitos son los principales responsables de la digestión pesada, Si te sucede con demasiada frecuencia, entonces puedes padecer lo que se conoce como dispepsia, Esto quiere decir que tu sistema digestivo no funciona como debe y puede ser debido a diferentes causas:
Una alimentación incorrecta. Malos hábitos de vida. Alergias o intolerancias alimentarias a algún alimento. Gastritis emocional, muy frecuente cuando se sufre de estrés. Enfermedades del aparato digestivo, como pueden ser las úlceras,
Hay algunos alimentos que son más difíciles de digerir, Por ejemplo, si te comes un puchero o un cocido, es más probable que sufras una digestión pesada, por tratarse de alimentos que contienen mucha grasa. Si eres de los que se sienten hinchados después de comer y sientes dolores y gases en tu estómago, es porque sufres digestión pesada, También hay personas que sufren problemas digestivos cuando consumen un alimento en concreto, Esto podría deberse a una alergia o intolerancia alimentaria, como es el caso de los celíacos si ingieren gluten o de la intolerancia a la lactosa cuando se consumen productos lácteos.
¿Cómo se llama cuando tu cuerpo rechaza la comida?
– Los problemas digestivos pueden hacer que una persona pierda el apetito. La pérdida de apetito puede ser física o psicológica. Suele ser temporal debido a factores como infecciones o problemas digestivos, en cuyo caso el apetito volverá cuando la persona se haya recuperado.
Algunas personas también pueden perder el apetito como síntoma de una enfermedad prolongada, como en las últimas etapas de una afección grave, incluyendo el cáncer. Esto es parte de una afección que los médicos llaman caquexia. El término médico para la pérdida completa del apetito durante un período de tiempo más prolongado se conoce como anorexia.
Esto es diferente al trastorno alimentario llamado anorexia nerviosa, que es un problema de salud mental. A continuación, podrás encontrar las posibles causas de la pérdida de apetito.
¿Cómo se diagnóstica el síndrome de malabsorción?
Recursos de temas El síndrome de malabsorción (absorción deficiente) hace referencia a varios trastornos en los cuales los nutrientes de los alimentos no se absorben adecuadamente en el intestino delgado.
Algunos trastornos, infecciones e intervenciones quirúrgicas pueden producir malabsorción. La malabsorción causa diarrea, pérdida de peso y heces voluminosas y con mal olor. El diagnóstico se basa en los síntomas característicos, junto con análisis de muestras de heces y en ocasiones una biopsia del revestimiento del intestino delgado. El tratamiento depende de la causa.
Normalmente, los alimentos se digieren y los nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) se absorben al torrente sanguíneo, principalmente en el intestino delgado. La malabsorción puede ocurrir si un trastorno
Interfiere en la digestión de los alimentos Interfiere en la absorción de los nutrientes
La digestión de los alimentos puede verse afectada por
Trastornos que impiden una mezcla adecuada de los alimentos con las enzimas digestivas y el ácido gástrico Una producción insuficiente de enzimas digestivas Disminución de la producción de bilis Demasiado ácido gástrico Crecimiento del tipo equivocado de bacterias en el intestino delgado
La mezcla inadecuada puede ocurrir en una persona a la que se ha extirpado una parte del estómago. La absorción de nutrientes al torrente sanguíneo puede verse afectada por
Trastornos que lesionan la mucosa del intestino delgado Extirpación quirúrgica de una sección importante del intestino delgado Trastornos que afectan la circulación de líquido linfático desde el intestino
Los síntomas de malabsorción se producen por el aumento del paso de nutrientes no absorbidos a través del tubo digestivo o por las deficiencias nutricionales que resultan de una inadecuada absorción. El síntoma más común de malabsorción es Cuando no se absorben adecuadamente las grasas en el tubo digestivo, las heces contienen un exceso de grasa y son de color claro, blandas, voluminosas, grasas y excepcionalmente malolientes (este tipo de heces se denominan esteatorrea).
Las heces pueden flotar o quedarse pegadas al inodoro y ser difíciles de eliminar al descargar la cisterna. La absorción inadecuada de ciertos azúcares produce diarrea explosiva, hinchazón abdominal y flatulencia. La malabsorción causa deficiencias de todos los nutrientes o deficiencias selectivas de proteínas, grasas, azúcares, vitaminas o minerales.
Por lo general, las personas con malabsorción pierden peso o tienen dificultad para mantener su peso a pesar de un consumo adecuado de alimentos. Las mujeres puede que dejen de menstruar.
Valoración médica de la historia personal y de los síntomas Pruebas para confirmar el diagnóstico (como análisis de sangre y de heces) Pruebas para diagnosticar la causa (como la biopsia y las pruebas de diagnóstico por la imagen)
El médico sospecha que hay malabsorción cuando una persona tiene diarrea crónica, pérdida de peso, anemia u otros signos de déficits nutricionales. La malabsorción es menos obvia, y a menudo más difícil de reconocer, en las personas mayores que en los niños. Las pruebas de laboratorio ayudan a confirmar el diagnóstico:
Pruebas para medir la grasa en las heces Examen visual de las heces Análisis de sangre
Una prueba que mide directamente la cantidad de grasa en las heces recogidas a lo largo de 3 días es la más fiable para diagnosticar la malabsorción de grasas, que está presente en casi todos los trastornos de malabsorción. Un hallazgo de más de 7 g/día de grasa en las heces es el indicador más característico de malabsorción.
- También se dispone de algunas otras pruebas que miden la grasa en las heces, pero no requieren la recogida de heces durante 3 días.
- Las muestras de heces se examinan a simple vista y al microscopio.
- La presencia de fragmentos de alimentos sin digerir puede significar que el alimento pasa muy rápido por el intestino.
En una persona que presenta ictericia, las heces con exceso de grasa indican una disminución en la producción o la secreción de bilis. Algunas veces se ven parásitos o sus huevos al microscopio, lo que sugiere que la malabsorción está causada por una infección parasitaria.
Biopsia Pruebas de diagnóstico por la imagen Pruebas de función pancreática
Puede ser necesaria una biopsia para detectar anomalías en el revestimiento del intestino delgado. El tejido se obtiene a través de un endoscopio (tubo flexible de visualización equipado con una fuente de luz y una cámara, por el cual puede insertarse una pequeña pinza) que se introduce por la boca hasta el intestino delgado.
- Si el médico cree que la causa de la malabsorción puede ser una producción insuficiente de enzimas digestivas por parte del páncreas, se realizan estudios de la función pancreática,
- Sin embargo, algunos de estos estudios son complejos, requieren mucho tiempo y son invasivos.
- En una de las pruebas, se introduce un tubo por la boca y se dirige hasta el intestino delgado, donde pueden recogerse y medirse los jugos intestinales que contienen secreciones pancreáticas.
En otra prueba, la persona ingiere una sustancia que requiere enzimas pancreáticas para su digestión. Los productos de la digestión se medirán en la orina. Recientemente, los médicos han estado haciendo pruebas más simples y fáciles que miden los niveles de ciertas enzimas pancreáticas en las heces. Copyright © 2023 Merck & Co., Inc., Rahway, NJ, USA y sus empresas asociadas. Todos los derechos reservados.
¿Qué organos afecta la gastroparesia?
Información importante sobre la gastroparesia –
La gastroparesia es un trastorno del estómago que ocurre cuando este órgano tarda demasiado tiempo en vaciar la comida. Además, la comida puede endurecerse y formar masas sólidas (bezoares) que pueden provocar malestar estomacal o una obstrucción en el estómago. En la mayoría de los casos, la gastroparesia es una afección crónica. Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 son más propensas a tener esta afección. Los síntomas pueden incluir malestar estomacal o náuseas, vómitos, descenso de peso, sensación de estar lleno en cuanto se empieza a comer, dolor o distensión abdominal y acidez. Su plan de atención puede incluir tomar medicamentos, hacer cambios en la dieta, someterse a cirugía y recibir alimentación por vía intravenosa. Si bien el tratamiento no será una cura para la gastroparesia, puede ayudar a mantener la enfermedad bajo control.
¿Cuáles son las consecuencias de la mala digestión?
Causas – La indigestión tiene muchas causas posibles. A menudo, la indigestión está relacionada con el estilo de vida y puede ser provocada por alimentos, bebidas o medicamentos. Entre las causas frecuentes de la indigestión se incluyen las siguientes:
Comer en exceso o demasiado rápido Alimentos grasosos o picantes Cantidad excesiva de cafeína, bebidas alcohólicas, chocolate o bebidas carbonatadas Tabaquismo Ansiedad Ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro
La causa más frecuente de la indigestión es una afección conocida como dispepsia funcional o no ulcerosa, que está relacionada con el síndrome de colon irritable. En ocasiones, la indigestión está causada por otras afecciones, como:
Inflamación del estómago (gastritis) Úlceras pépticas Enfermedad celíaca Cálculos biliares Estreñimiento Inflamación del páncreas (pancreatitis) Cáncer de estómago Obstrucción intestinal Flujo sanguíneo reducido en el intestino (isquemia intestinal) Diabetes Enfermedad de la tiroides Embarazo
¿Qué parásito causa el síndrome de malabsorción?
Generalidades – El síndrome de malabsorción es la incapacidad para absorber nutrientes, vitaminas y minerales del tubo intestinal al torrente sanguíneo. Las causas pueden incluir:
Enfermedades que afectan el intestino mismo, como la enfermedad celíaca, Ausencia o bajos niveles de ciertas enzimas digestivas. Enfermedades del páncreas, tales como pancreatitis crónica o fibrosis quística, Enfermedades causadas por parásitos, tales como giardiasis o lombrices. Cambios en las bacterias que se encuentran normalmente en el tubo intestinal. Cirugía, tal como la extirpación de la vesícula biliar, que altera o reduce la longitud del tubo intestinal. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
Los síntomas pueden incluir:
Gas, abotagamiento e incomodidad abdominal vaga. Diarrea frecuente y heces con mal olor. Debilidad. Pérdida de peso.
Su médico puede evaluar los síntomas para determinar la causa y recomendar tratamiento. El tratamiento puede incluir una dieta especial, medicamentos para reemplazar las enzimas intestinales o reducir los espasmos, y suplementos de vitaminas y minerales, como la B12 y el hierro.
Revisado: 6 junio, 2022 Autor: El personal de Healthwise Evaluación médica: William H. Blahd Jr. MD, FACEP – Medicina de emergencia & Adam Husney MD – Medicina familiar & E. Gregory Thompson MD – Medicina interna Esta información no reemplaza el consejo de un médico. Healthwise, Incorporated, niega toda garantía y responsabilidad por el uso de esta información.
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¿Qué es la enfermedad de Whipple?
INFORMACIÓN AL PACIENTE Sección coordinada por: V.F Moreira y E. Garrido Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal Enfermedad de Whipple Whipple´s disease CONCEPTO La enfermedad de Whipple (EW) es una infección crónica que afecta al tracto digestivo, preferentemente al intestino delgado, las articulaciones, los ganglios linfáticos, el corazón, el sistema nervioso central (SNC), los pulmones y otros tejidos.
- EVOLUCIÓN HISTÓRICA GH Whipple, en 1907, describió el primer caso en un médico misionero.
- Denominó a esta entidad lipodistrofia intestinal al hallar numerosos depósitos grasos en la pared del intestino y en los ganglios del mesenterio.
- La identificación del germen causal se hizo por ingeniería genética en 1992.
Desde entonces se le conoce con el nombre de Tropheryma whippelii y se incluye dentro del grupo actinomices. FRECUENCIA La EW es poco habitual. El número de casos publicados en los últimos 90 años no llega a 2000. En 1947, se notificó el primer caso español.
- En nuestro país, hasta el año 2008, se habían comunicado alrededor de 140 pacientes con EW.
- ¿POR QUÉ SE PRODUCE LA EW? T.
- Whippelii es un germen comensal que se encuentra en el 7-35% de la población general (saliva, jugo gástrico, heces y mucosa digestiva), en el 4-10% de los pacientes con enfermedades digestivas y en el 60% de las plantas de tratamiento del agua.
Se supone que el germen se adquiere por vía oral y permanece acantonado en los tejidos durante años. En un momento impredecible, la relación germen/huésped se altera y se convierte en patógeno. Este cambio da lugar a un trastorno de la inmunidad. Se desconoce si es “primario o secundario” a la infección y/o al estado de nutrición.
- Una vez desencadenada la infección, la diseminación es por vía sanguínea o linfática.
- SINTOMATOLOGÍA La EW afecta con preferencia al hombre (73-95% de los casos), con un pico de incidencia entre los 40-50 años.
- La clínica típica (pérdida de peso, diarrea y dolor articular) está presente en el momento del diagnóstico en más de las dos terceras partes de los pacientes.
El adelgazamiento (85% de los casos) puede llegar hasta los 20 kg, aunque lo común son 4-6 kg. La diarrea (75%) suele ser intermitente y se acompaña de dolor abdominal. Las artralgias (75%) son migratorias y comprometen a las grandes articulaciones. Las artralgias, en el 60-70% de los pacientes, junto a la diarrea y a la fiebre en algunos casos (13-18%) son manifestaciones relevantes que preceden durante meses o años al diagnóstico.
Pueden afectarse además del intestino y de las articulaciones otros órganos como la piel (30% de los casos), dando lugar a hiperpigmentación, el corazón (25% de los casos) y el SNC. Los síntomas y signos neurológicos pueden ser únicos (5% de las formas neurológicas) o la manifestación predominante de la EW (20-40% de los casos).
Los más frecuentes son apatía, irritabilidad, trastornos de las funciones mentales que pueden llegar a demencia, alteración de la verticalidad de la mirada, mioclonías y dificultad para la marcha. Pueden existir otros síntomas y signos. La enfermedad sin diagnosticar es mortal.
- El paciente fallece por caquexia extrema, por un cuadro de malabsorción o por afectación del SNC.
- DIAGNÓSTICO Cuando los síntomas son típicos se utiliza la biopsia intestinal.
- La presencia al microscopio óptico de macrófagos con vacuolas cargadas de material PAS (+) diastasa resistente en la mucosa tiene una alta especificidad, sin que sea preciso identificar el germen.
La sensibilidad de la histología característica en la biopsia duodeno-yeyunal es del 94%. En estos pacientes, por endoscopia (duodeno-enteroscopia o cápsula) suele visualizarse un punteado blanquecino-amarillento. En los casos con sospecha clínica de EW y ausencia de evidencias histológicas, o con manifestaciones extraintestinales aisladas, se requiere la confirmación con microscopio electrónico (ME), con biopsias intestinales o con técnica de reacción en cadena polimerada (PCR) específicas de las distintas secuencias del genoma de T.
whippleii. TRATAMIENTO El tratamiento debe hacerse con antibióticos que pasen la barrera hematoencefálica, como cotrimoxazol o ceftriaxona, para evitar las recaídas neurológicas. En la actualidad, se aconseja ceftriaxona (2 g/día) o meropenem (3 g/día) por vía intravenosa, seguido de cotrimoxazol (160-800 mg/2 veces día) por vía oral, al menos 12 meses.
En las formas neurológicas aisladas se usa ceftriaxona (2-4 g/día) intravenosa durante 15-30 días, seguido de cotrimoxazol (320-1600 mg/día) o doxiciclina (200 mg/día) o cefixima (400 mg/día) hasta que la PCR en el líquido cefalorraquídeo sea negativa.
- SEGUIMIENTO Parece razonable hacer biopsias del intestino (histología más PCR) durante los 5 años siguientes al diagnóstico, si existe afectación intestinal.
- En el resto de los casos, se practicarán las pruebas que facilitaron el diagnóstico con PCR o con ME.
- El seguimiento debe realizarse por lo menos 10 años.
En caso de recaída se recomienda penicilina (1,2 x 10 6 unidades/día) mas estreptomicina (1 g/día) intravenosas durante medio mes, seguida de doxiciclina (200 mg/día) junto a hidroxicloroquina (200 mg/3 veces al día) o cefalosporinas durante 12 meses.
¿Qué provoca la falta de enzimas digestivas?
Dispepsia funcional | Farmacia Profesional Pautas nutricionales El término «dispepsia» se utiliza para describir cualquier tipo de molestia abdominal, como dolor, regurgitación del contenido del estómago, sabor desagradable de la boca, ardor de estómago, sensación de plenitud o henchimiento del abdomen, producción de eructos o borborigmos (ruidos en el intestino).
- La autora explica cómo una buena dieta puede contribuir a reducir estas molestias.
- A menudo, la dispepsia es referida, popularmente, como indigestión o digestión pesada.
- Su sintomatología puede ser muy amplia y en ocasiones, bastante dolorosa.
- Además, tiene un considerable impacto en la calidad de vida de quienes la padecen y constituye uno de los problemas de salud más prevalentes en atención primaria.
Su tasa de prevalencia es próxima al 20% en los países occidentales y afecta al 25% de los españoles, preferentemente a adultos a partir de los 40 años, con similar distribución entre hombres y mujeres. La causa de las dispepsias en los adultos hay que buscarlas generalmente en los desequilibrios alimentarios -tanto de deglución como de digestión- y en las alteraciones enzimáticas que no permiten una buena digestión de los hidratos de carbono y las proteínas.
En ocasiones estos problemas aparecen sin causa justificada, lo que puede inducir a pensar en un problema de carácter psicosomático provocado por el estrés, las tensiones nerviosas, etc., que se evidencia con una respuesta del sistema digestivo. Es tarea de los profesionales de la salud ayudar al paciente no sólo a identificar y modificar los posibles factores desencadenantes de la dispepsia, sino a promover unos hábitos de vida saludables.
El tratamiento no farmacológico consigue mejorar la salud general de la persona mediante ciertas modificaciones en el estilo y forma de vida que se consideran, en general, saludables: disminuir el sobrepeso, comer despacio masticando bien, evitar el abuso de grasas y estimulantes en la ingesta, evitar el abuso de alcohol, dejar de fumar, hacer ejercicio físico no competitivo y evitar el empleo innecesario y sin prescripción médica de fármacos que puedan causar molestias digestivas.
Manejo de la dispepsia mediante la dieta Determinadas enfermedades gastrointestinales pueden evitarse si se siguen unos hábitos y tratamientos dietéticos adecuados. Entre las enfermedades gastrointestinales más susceptibles de tratarse mediante hábitos dietéticos se encuentra la dispepsia. El seguimiento de una dieta adecuada, seleccionando los alimentos más óptimos y evitando los más perjudiciales para el caso concreto de esta enfermedad gastrointestinal, hará más efectivo su tratamiento farmacológico.
Alergias alimentarias Una de las primeras tareas a realizar es comprobar la posibilidad de que exista intolerancia hacia algún alimento. Es importante observar las reacciones del estómago en cada digestión; de esta forma se podrán identificar los alimentos que producen molestias digestivas, para eliminarlos de la dieta o restringir su ingesta.
- La hipersensibilidad alimentaria es una reacción adversa a ciertos componentes de la dieta en la que hay implícita una actuación del sistema inmunitario que contribuye al desarrollo de problemas gástricos.
- Hay que señalar que la dieta durante la gestación y la infancia tiene un efecto muy importante en el desarrollo de alergias alimentarias.
Para prevenirlas desde la edad más temprana de la vida está indicado prolongar la lactancia materna, utilizar fórmulas infantiles parcialmente hidrolizadas e introducir no demasiado pronto ciertos alimentos alergénicos. Comidas equilibradas Las comidas equilibradas en hidratos de carbono, proteínas y grasas favorecen una buena salud gástrica.
- Deben prevalecer las fibras, los vegetales y las proteínas y las grasas deben reducirse a la mínima cantidad posible.
- Las comidas bajas en proteínas no estimulan la secreción de la gastrina, lo que a su vez estimula la secreción de ácido clorhídrico.
- Vaciamiento gástrico Dados los síntomas presentes en la dispepsia funcional, es razonable asociarla a un trastorno en el vaciamiento gástrico.
Éste se encuentra en un 24-78% de los pacientes con dispepsia funcional. Muchos pacientes con dispepsia funcional presentan disfunción motora antral y vaciamiento gástrico enlentecido, pero la falta de correlación entre los síntomas y las anormalidades detectadas pone en duda su papel primordial en su producción.
De cualquier forma, evitar los factores alimentarios y/o psicológicos que producen dicho retraso contribuirá positivamente en el manejo de los síntomas de la dispepsia. Por tanto, es necesario considerar qué alimentos favorecen o desfavorecen el vaciamiento gástrico para pautar una dieta adecuada. El pH del estómago tiene una importancia decisiva.
La acidez disminuye la velocidad del vaciamiento gástrico mediante un mecanismo nervioso adrenérgico. El ácido no se vierte en el duodeno a una velocidad superior a la que se produce su neutralización por parte de las secreciones pancreáticas y duodenales.
- Por ello, los alimentos ácidos, además de dificultar la acción de las enzimas salivares, contribuyen al retraso en el vaciamiento gástrico.
- Los líquidos se vacían con mayor rapidez que los sólidos.
- La presencia de alimentos sólidos en el duodeno provoca un retraso del vaciamiento.
- Ciertos componentes de los alimentos aumentan y otros disminuyen la motilidad gástrica, acelerando y retardando, respectivamente, su vaciamiento.
Así, los hidratos de carbono abandonan el estómago con mayor rapidez que las proteínas y las grasas. El paso de las grasas del estómago al duodeno es muy lento. La ingestión de cantidades elevadas de grasas puede inhibir totalmente la motilidad gástrica.
La presencia de grasas o de sus productos de degradación en el duodeno estimula en la mucosa duodenal la secreción de una hormona llamada enterogastrona, que inhibe la motilidad gástrica siempre que la inervación vagal del estómago esté intacta. Cuanto mayor es la densidad calórica de lo ingerido, menor es el vaciamiento gástrico, por ello es recomendable realizar comidas frecuentes y poco copiosas.
La ansiedad, la depresión, el miedo y otros estados emocionales inhiben el vaciamiento, en tanto que la placidez mental y el reposo físico lo aceleran. En cuanto a las circunstancias concretas en que tienen lugar las diferentes comidas a lo largo del día, es aconsejable que se coma en situación relajada y sin estrés, tratando de masticar y ensalivar los alimentos suficientemente.
- Una comida bien masticada es más fácil de ser digerida por las enzimas digestivas.
- Enzimas digestivas Las enzimas digestivas permiten que el organismo absorba y aproveche los nutrientes que contienen los alimentos presentes en la dieta.
- Las enzimas metabólicas contribuyen a la eliminación de toxinas y sustancias de deshecho, además de ayudar al buen funcionamiento del sistema inmunológico, mientras que las enzimas dietéticas ayudan a que tengan lugar diferentes procesos digestivos además de contribuir al correcto funcionamiento de otras enzimas.
En las enfermedades digestivas que afectan principalmente al estómago y al intestino tiene lugar una falta o destrucción de enzimas. La digestión de los alimentos se produce gracias a la acción de estas enzimas. Tipos de enzimas. Hay 3: proteolíticas, necesarias para digerir las proteínas; lipasas, para digerir las grasas; y amilasas, necesarias para digerir los hidratos de carbono.
- La mayor parte se forman en el interior de células presentes en la boca, el estómago, el páncreas y el intestino delgado, es decir, a lo largo del tubo digestivo y en glándulas anejas.
- Deficiencias.
- Una deficiencia de estas enzimas afecta a la absorción y el aprovechamiento de los nutrientes, ya que las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, sin la presencia de enzimas, no pueden fraccionarse y dar lugar a sustancias más sencillas que puedan pasar al torrente sanguíneo para poder ser utilizadas por las células.
Además, esto puede dar lugar a procesos de fermentación y putrefacción de los alimentos que han quedado parcialmente digeridos, lo que causa la aparición de los síntomas de dispepsia (digestiones difíciles), flatulencia o aerofagia (exceso de gases), etc.
- Un ejemplo de deficiencia de enzimas digestivas es la falta de lactasa en el intestino.
- Esta enzima es la encargada de degradar la lactosa (azúcar de la leche), y su carencia provoca una intolerancia a la lactosa que cursa con flatulencia, diarrea, dolor e hinchazón abdominal.
- En este caso conviene eliminar de la dieta o disminuir la cantidad de leche y otros alimentos que contienen lactosa.
Los yogures y los quesos curados y semicurados apenas contienen lactosa, por lo que se toleran bastante bien y resultan alimentos interesantes para cubrir las necesidades diarias de calcio, mineral imprescindible para el mantenimiento de la estructura ósea.
Alimentos crudos. Las enzimas dietéticas, que forman parte de la composición de los alimentos, se destruyen en gran medida por la acción del calor, es decir, al asar, cocer, calentar o freír los alimentos. Por tanto, los alimentos crudos son la principal fuente alimentaria de enzimas. De ahí la importancia de que la dieta incluya buena cantidad de ensaladas y fruta fresca.
Algunas enzimas proteolíticas como la bromelina y la papaína, que se encuentran en la piña y la papaya respectivamente, pueden contribuir a que la digestión sea más fácil, por lo que el consumo de estas frutas al final de la comida es beneficioso. Suplementación.
Aunque se lleve a cabo una alimentación equilibrada, si el aparato digestivo no puede transformar y absorber los nutrientes, resulta difícil gozar de una buena salud, por lo que si es necesario se puede recurrir al empleo de suplementos de enzimas, siempre bajo la supervisión de un especialista que valore la necesidad en cada caso, para asegurar el aprovechamiento de los nutrientes y evitar la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo.
Microflora intestinal y probióticos El ecosistema microbiano del aparato digestivo actúa sobre numerosas propiedades fisiológicas, sobre todo en lo que se refiere al proceso de absorción intestinal. La microflora interviene aumentando el volumen de los compartimientos digestivos, la superficie intestinal de absorción, las dimensiones de las microvellosidades y su renovación celular, así como el tránsito digestivo y la motilidad intestinal.
La acción antagonista hacia gérmenes patógenos es la más importante de la microflora digestiva y consiste en proteger frente a las infecciones y la colonización por parte de gérmenes patógenos del tubo digestivo. Los distintos mecanismos que forman la primera línea de defensa del huésped de las infecciones intestinales constituyen la resistencia a la colonización.
Avances en fisiopatología han situado el papel protector de las bacterias probióticas como elemento importante a tener en cuenta en la prevención y el tratamiento de trastornos gastrointestinales como la dispepsia. Las bacterias probióticas son una herramienta dietética que disminuye la susceptibilidad de sufrir infecciones manteniendo la flora intestinal con niveles inmunológicos aceptables, por lo que deben ser incorporadas como elementos nutritivos en la dieta diaria.
Lactosa. La mayoría de las bacterias que constituyen la flora subdominante, especialmente los lactobacilos, produce una relevante cantidad de betagalactosidasas. El hecho resulta significativo en los sujetos que presentan intolerancia hacia la lactosa, porque la betagalactosidasa producida por las bacterias lácticas parece estimular la producción de la lactasa residual en el enterocito y, en consecuencia, se obtiene una mayor tolerancia a la lactosa, ya que la enzima determina la hidrólisis de glucosa y de galactosa, de fácil absorción por parte de la mucosa intestinal.
Se activan, además, otras reacciones enzimáticas capaces de intervenir sobre los residuos inutilizados por el contenido intestinal: alfa-D-glucosidasas, alfa-maltosidasas, alfa-D-xilosidasas. La digestibilidad de los alimentos se podría aumentar también gracias a la predigestión de factores no nutricionales, como el ácido fítico y los glucosinatos, en sustratos asimilables por parte del huésped.
- Aminoácidos esenciales.
- Los probióticos podrían mejorar, además, la asimilación de los aminoácidos esenciales para el huésped, sintetizándolos o inhibiendo la acción de las desaminasas y de las descarboxilasas bacterianas producidas por la microflora del tracto digestivo.
- Vitaminas.
- Algunos cultivos de bacterias probióticas requieren, para su actividad metabólica, justamente las vitaminas del grupo B (por eso se justifica la inclusión de vitaminas del grupo B en formulaciones asociadas), mientras que otros logran sintetizar directamente vitaminas (K, B 12, B 9, H, B 2, B 5 ), cuya actividad es particularmente útil justamente para la función fisiológica del aparato gastrointestinal.
Bacterias lácticas. Muchas investigaciones han demostrado que las bacterias lácticas pueden ejercer una actividad antimicrobiana sobre algunos componentes patógenos de la flora intestinal. La actividad antimicrobiana de las bacterias lácticas se debe a la acumulación de bacteriocinas, antibióticos, agua oxigenada, ácido láctico y ácido benzoico.
Las bacterias lácticas constituyen un verdadero antídoto eficaz contra las infecciones entéricas. Lo que hay que evitar en la dieta Junto a las pautas dietéticas anteriores hay que determinar qué elementos de la dieta resultan negativos para el paciente que sufre de dispepsia: – Bebidas alcohólicas. Producen una fuerte irritación e inflamación de la mucosa gástrica que conlleva a la producción de jugo gástrico, destrucción de la mucina protectora, cuadros de gastritis crónica e incluso úlcera péptica.
– Bebidas estimulantes. Las bebidas que contienen sustancias estimulantes como la cafeína son irritantes e incrementan la producción de jugos gástricos, retardan los procesos de cicatrización y son causa de dispepsia, reflujo y gastroesofagitis. – Picantes.
- Las especias picantes son estimulantes del jugo gástrico, producen microhemorragias y retardan los procesos de cicatrización, por lo que desencadenan gastritis y úlceras digestivas.
- Vinagre.
- Hace la mucosa gástrica más sensible a la acción de los jugos gástricos y genera ardor y pesadez estomacal.
- Se deben evitar, por tanto, los alimentos encurtidos en vinagre.
– Frituras. Contienen acroleína procedente del calentamiento del aceite de freír. Este compuesto es muy irritante para el estómago y favorece la producción de gastritis. – Alimentos grasos. Se deben evitar o consumir moderadamente, tanto fritos como guisados.
La influencia de los lípidos en la fisiopatología intestinal se ha constatado por varios mecanismos. Las grasas están contenidas en gran proporción en los alimentos de origen animal. La grasa no se vacía en el duodeno a una velocidad superior a la que tiene lugar su emulsión por los ácidos biliares y la lecitina biliar.
– Leche. Hasta hace poco la leche se consideraba un protector gástrico. En la actualidad se ha descubierto que su acción tampón (reguladora de la acidez) sólo es de tipo transitorio, es decir, a corto plazo, ya que a las 2-3 horas de su ingestión la secreción gástrica aumenta.
- Por tanto, se debe regular su consumo y prever las horas en las que se toma para evitar molestias.
- Harinas.
- Por su contenido en gluten, empeoran los cuadros de colitis, especialmente las derivadas del trigo, la cebada y el centeno.
- Las harinas blancas deben evitarse en los cuadros de estreñimiento y reemplazarse por harinas integrales.
– Carnes rojas. Contienen sustancias nitrogenadas no proteínicas llamadas purinas, que incrementan la producción de jugos gástricos y producen un cierto grado de inflamación del estómago que predispone a la gastritis. – Azúcar blanco. Empeora las hemorroides, incrementa hasta 3 veces el riesgo de colitis y enfermedad de Crohn y favorece el desarrollo de Helicobacter pylori,
Chocolate. Por su contenido en azúcares concentrados, grasa y sustancias estimulantes, incrementa la producción de jugos gástricos y agrava los cuadros de gastritis, esofagitis y hernia de hiato. Su consumo frecuente altera la función del colon y empeora el estreñimiento. – Legumbres. Suelen producir flatulencia, que empeora los síntomas de estreñimiento, colon irritable y colitis en general.
– Frutos secos. Son causa frecuente de alergia intestinal y deben consumirse con cuidado y vigilancia. – Salvado de trigo. Por su contenido en fibra insoluble, puede ser irritante para la mucosa intestinal y ello conlleva un incremento del dolor y la distensión abdominal.
- Tabaco. Se ha asociado a la aparición de úlceras y a problemas en su cicatrización, por lo que se recomienda abandonar su uso.
- Chicles.
- Se deben evitar ya que pueden causar ingestión de aire (aerofagia).
- La tabla I recoge sinópticamente esta clasificación de alimentos en función de su relación con la dispepsia.
Conclusión Los trastornos dispépsicos pueden requerir, en algunos casos, al principio, la indicación de un plan de alimentación adecuado. En otros es suficiente con enseñar a disponer del tiempo necesario para cada comida, a distribuir la alimentación diaria en 4 comidas, a masticar bien y comer despacio y a excluir de la dieta alimentos flatulentos, grasas, fritos y alimentos hipertónicos (muy dulces o muy salados), así como aquéllos a los que el paciente afectado muestre intolerancia.
La reacción a las tensiones cotidianas también contribuye al malestar abdominal. En pacientes que comprueben esta correlación será de utilidad el tratamiento de la conducta y el apoyo emocional. –Tabaco. Se ha asociado a la aparición de úlceras y a proble-mas en su cicatrización, por lo que se recomienda abando-nar su uso.
–Chicles.Se deben evitar ya que pueden causar ingestión deaire (aerofagia). La tabla I recoge sinópticamente esta clasificación de ali-mentos en función de su relación con la dispepsia. Bibliografía general Feinle-Bisset C, Horowitz M. Dietary factors in functional dyspepsia.
- Neurogastroenterol Motil.2006;18:608-18.
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¿Qué especialista trata la malabsorción?
Diagnóstico. El diagnóstico del síndrome de malabsorción es realizado por el médico general, el internista o el especialista en patología digestiva en la consulta del centro médico u hospital.
¿Qué provoca el síndrome de malabsorción?
Generalidades – El síndrome de malabsorción es la incapacidad para absorber nutrientes, vitaminas y minerales del tubo intestinal al torrente sanguíneo. Las causas pueden incluir:
Enfermedades que afectan el intestino mismo, como la enfermedad celíaca, Ausencia o bajos niveles de ciertas enzimas digestivas. Enfermedades del páncreas, tales como pancreatitis crónica o fibrosis quística, Enfermedades causadas por parásitos, tales como giardiasis o lombrices. Cambios en las bacterias que se encuentran normalmente en el tubo intestinal. Cirugía, tal como la extirpación de la vesícula biliar, que altera o reduce la longitud del tubo intestinal. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
Los síntomas pueden incluir:
Gas, abotagamiento e incomodidad abdominal vaga. Diarrea frecuente y heces con mal olor. Debilidad. Pérdida de peso.
Su médico puede evaluar los síntomas para determinar la causa y recomendar tratamiento. El tratamiento puede incluir una dieta especial, medicamentos para reemplazar las enzimas intestinales o reducir los espasmos, y suplementos de vitaminas y minerales, como la B12 y el hierro.
- Revisado: 6 junio, 2022 Autor: El personal de Healthwise Evaluación médica: William H. Blahd Jr.
- MD, FACEP – Medicina de emergencia & Adam Husney MD – Medicina familiar & E.
- Gregory Thompson MD – Medicina interna Esta información no reemplaza el consejo de un médico.
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¿Qué significa restos de comida en las heces?
En ocasiones, puedes ver fragmentos de alimentos sin digerir en las heces. Normalmente, se trata de materia vegetal con alto contenido de fibra que no se descompone ni se absorbe en el tracto digestivo. A veces, la comida sin digerir significa que masticaste poco o que comiste muy rápido.