Que Es Una Geisha Coreana?

Que Es Una Geisha Coreana
De Wikipedia, la enciclopedia libre Kisaeng (Ocupación japonesa de Corea). Kisaeng (también dicho gisaeng ), y a veces llamadas ginyeo (기녀), eran mujeres coreanas dedicadas al entretenimiento, similares a la oiran japonesa y a la antigua hetaira griega. Las kisaeng eran artistas que trabajaban entreteniendo a otros, tales como los yangban y reyes.

​ Muchas era prostituidas, sobre todo cuando chicas de pueblo eran vendidas para convertirse en kisaeng y las convertían en prostitutas por sus condiciones de pobreza. ​ Las familias pobres las vendían desde los ocho años y su carrera como kisaeng era muy corta, iniciaban a la edad de 16 y terminaban a los 22.

Su primera aparición fue en la Dinastía Goryeo, las kisaeng eran el entretenimiento legal del gobierno, que también realizaban varias fundaciones para el estado. Eran cuidadosamente entrenadas y frecuentemente introducidas en las bellas artes, la poesía y prosa, aunque a veces sus talentos eran ignorados debido a su estatus social inferior.

Las mujeres kisaeng tenían varios roles. Además del entretenimiento, sus tareas consistían en la enfermería y costura. ​ En algunos casos, tales como en las bases del ejército, las kisaeng desempeñaban varios papeles. Las kisaeng, históricas o ficticias, tienen un papel importante en los conceptos de la cultura coreana de la Dinastía Joseon,

Algunos de las historias más antiguas y populares de Corea, tales como el cuento de Chunhyang, las kisaeng tienen un papel de heroínas. ​ Aunque los nombres de la mayoría las verdaderas kisaeng han sido olvidados, algunos todavía se recuerdan, ya sea por su talento o lealtad.

¿Qué es una geisha y para qué sirve?

¿Cuál es el papel de una geisha? – La profesión de geisha fue reconocida oficialmente en la segunda mitad del siglo XVIII. Las geishas son mujeres que dedican su vida a las artes tradicionales japonesas y usan sus talentos para entretener clientes durante banquetes y espectáculos.

Las geishas se destacan por el dominio de varios tipos de arte que son generalmente las danzas tradicionales (incluyendo la del abanico), el canto, la literatura, la poesía, arreglos florales y el tocar instrumentos tradicionales. Además de entretener a través de las artes, las geishas también son expertas en el arte de la conversación y debe tener una gran cultura general.

Por mucho tiempo las geishas han encarnado la epítome del refinamiento y son las custodias de la cultura y las tradiciones japonesas. Hoy en día todavía son muy respetadas y sus fieles clientes siguen gastando cantidades astronómicas de dinero para disfrutar de su compañía, por lo general en las ochaya, las casas de té,

  • Los clientes son en su mayoría hombres de negocios, políticos o individuos ricos.
  • Tradicionalmente, no todos los clientes ricos podían obtener los servicios de las geishas.
  • En ese entonces era necesario venir con una recomendación o ser referidos por un cliente existente.
  • Hoy día todavía es un poco así, aunque algunas geishas han decidido mostrar parte de su arte a los turistas, a través de ceremonias del té y algunos espectáculos.

El costo de los servicios de una geisha se calcula según el tiempo que pases con ella. Además hay que pagar por las comidas y bebidas consumidas durante la reunión. ¿Sabías que.? Originalmente la profesión de geisha podría ser practicada tanto por hombres como por mujeres.

¿Qué es una geisha es una prostitución?

Las geishas no son prostitutas, Lo afirman ellas de manera tajante y lo corroboran las leyes japonesas. En 1958, tras prohibirse oficialmente la prostitución en Japón, muchos burdeles se camuflaron tras la etiqueta de spas o baños turcos. A las geishas no les hizo falta adaptarse.

Imperturbables, siguieron con su oficio centenario: la ley no iba con ellas y nadie habría osado molestarlas. Si un occidental tiene el raro privilegio de asistir a un banquete con geishas y espera intimar con alguna de ellas al final de la velada, casi con toda seguridad quedará decepcionado. A pesar de ello, los padres japoneses suelen oponerse a que sus hijas ingresen en “el mundo de la flor y el sauce”, celosamente preservado, pero no del todo respetable.

Por más elegante, tradicional, inofensivo e incluso trasnochado que resulte hoy el erotismo de las geishas, estas acompañantes femeninas siguen dejando tras de sí un aroma a fruta prohibida. En realidad, lo sagrado y lo profano, el arte y la prostitución, anduvieron revueltos durante mucho tiempo en la cultura nipona.

  • Geisha significa artista, persona (sha) que domina un arte (gei).
  • Siglos antes de que se acuñara el término ya existían mujeres que vivían del espectáculo, como las bailarinas que actuaban para los samuráis en el siglo XII.
  • Pero, en general, y durante mucho tiempo, las mujeres que interpretaban música o bailaban en público solían ser sacerdotisas, camareras o meretrices.

A veces, estas últimas habían sido lo primero: las sacerdotisas de los templos sintoístas debían ser vírgenes; si incumplían este compromiso y perdían su puesto, no era raro que pidieran trabajo en las casas de té de los alrededores, que acogían a peregrinos con ganas de diversión.

¿Qué servicios ofrecen las geishas?

Geishas, las trabajadoras del placer japonesas El concepto de geisha se asocia en la cultura popular no solo a las artes tradicionales de y a la búsqueda del placer estético, sino también a la satisfacción del y al comercio de la carne. ¿ Se dedicaban las geishas a la prostitución o es esta la imagen deformada que se ha instalado en occidente? Las geishas eran mujeres que s e dedicaban a entretener a huéspedes masculinos, especialmente de la elite, con danzas, exhibiciones de música y conversación durante la celebración de banquetes y festines.

El vocablo japonés geisha está formado por los términos gei “arte, habilidad” y sha “persona”. Una geisha, por tanto, se caracterizaba por ser una persona diestra en las, Las geishas demostraban su destreza en las disciplinas tradicionales japonesas, Tocaban instrumentos como el shamisen, la flauta japonesa y los tambores,

Sabían realizar arreglos florales (el ikebana, popular en occidente) y dominaban las complejidades de la ceremonia del, La geisha hizo su aparición en la sociedad nipona durante el siglo XVIII, Su figura profesional aúna los caracteres profesionales de las danzarinas y las músicas del siglo anterior como las odoriko, bailarinas adolescentes que habían sido muy apreciadas en los hogares de los, y los combina con los que eran propios de la geisha masculina.

  1. De hecho, los primeros en realizar la profesión de geisha fueron hombres, artistas entretenedores que se encargaban de divertir a los señores durante el período feudal,
  2. Geishas música Geishas tocando instrumentos musicales tradicionales.
  3. Imagen: Wikicommons Durante los ágapes en las casas de té y los restaurantes, los hombres podían solicitar a la okiya que enviaran a las geishas que deseaban para amenizar su velada.

Situadas en los hanamachi, las áreas urbanas donde se concentraban las geishas, la okiya denominaba la casa en la que se formaban y vivían la mayoría de las geishas. Después de haber realizado su trabajo, las profesionales recibían un pago sustancioso por sus servicios de entretenimiento.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII surgió la figura de la kenban, supervisora de las geishas, que poseía un registro de las profesionales en activo y se encargaba de actuar como intermediaria entre los restaurantes y las okiya. Los grabados japoneses ukiyo-e del siglo XVIII utilizan con frecuencia el motivo de la geisha y, en las estampas de su vida cotidiana, la muestran yendo a las casas de té o tocando el shamisen,

Educar y formar a una geisha requería años de estudio y mucho dinero, por ello las aspirantes a geisha debían valerse de patrones y mecenas que sufragasen los gastos, Las familias pobres, en ocasiones, incluso vendían a sus hijas a las okiya. La formación constaba de varias fases de aprendizaje y, antes de que una mujer pudiese obtener el grado de geisha, ocupaba puestos intermedios como oshaku “servidora de sake” o maiko “aprendiz”,

Aunque, en el imaginario occidental, la geisha se identifica con la, los servicios sexuales no se encontraban entre sus obligaciones profesionales principales. La geisha debía entretener haciendo uso del refinamiento y la belleza. Solo en determinadas circunstancias las geishas podían participar en el juego sexual, en especial si el mecenas que había pagado su formación así lo requería.

Utamaro Geisha Kitagawa Utamaro, Esta confusión por la que se identifica a las geishas con las prostitutas se explica por varias razones. Por un lado, su carácter servicial hacia una clientela masculina pudo hacerlas sospechosas de ejercer la prostitución.

Por otro, los locales en los que trabajaban solían situarse en los mismos barrios en los que se encontraban los prostíbulos, con los que habitualmente compartían clientela, pero mientras las prostitutas proporcionaban a sus clientes placeres carnales, las geishas tenían la responsabilidad de amenizar las veladas en las que los hombres de la elite se dedicaban a beber y comer,

Desde un punto de vista social, se las distinguía de las prostitutas. Es más, las geishas se mostraban orgullosas de su profesión, Con su estilo simple, elegante y refinado, estas independientes conseguían mantenerse solas gracias a sus dotes artísticas.

  • Aunque el comercio sexual no formaba parte de su trabajo, algunas geishas, sin embargo, tuvieron que servirse de ello para sobrevivir.
  • Ejercer de geisha exigía gastos considerables : los kimonos, los obis y los ornamentos que vestían durante las veladas, el maquillaje (en el caso de las maiko, cuyo rostro blanquísimo se toma en occidente como representativo de las geishas) y el coste de la vida empujó a algunas de estas mujeres a tener que depender de un mecenas.

El patrocinador de la geisha solía convertirse en su único amante y, a cambio, corría con los gastos de su protegida. En la actualidad, la práctica sobrevive en Japón de manera muy limitada en algunos barrios de ciudades como Tokyo (Asakasa) y Kyoto (Miyagawacho), así como en ciertos balnearios.

  • El alto coste de esta carrera profesional limita la posibilidad de las mujeres de convertirse en geishas profesionales.
  • Referencias Segawa Seigle, C.1993.
  • The Glittering World of the Japanese Courtesan,
  • Honolulu: University of Hawaii Press.
  • Segawa Seigle, C.2015.
  • Geisha, en P.
  • Welehan y A.
  • Bolin (eds.), The International Encyclopedia of Human Sexuality,

Hoboken, Nueva Jersey: Wiley Blackwell. : Geishas, las trabajadoras del placer japonesas

¿Quién es la geisha más famosa?

Mineko Iwasaki avec Rande Brown Ma vie de geisha ‘ On a dit de moi que j’étais la plus grande geisha de ma génération. Certes, j’ai recueilli les plus beaux succès. Mon destin a été jalonné d’extraordinaires défis et de merveilleuses gratifications. Et pourtant les astreintes de ce qui est plus qu’une profession – un véritable sacerdoce – m’ont finalement poussée à l’abandonner.

  • Il est temps de lever les voiles du mystère qui plane autour de la vie des geishas.
  • Je veux briser un silence vieux de trois cents ans.
  • Je vous invite à me suivre dans le monde des fleurs et des saules, le monde de Gion-Kobu.
  • ‘ Voici le témoignage exceptionnel de celle qui fut, à maints égards, la dernière incarnation d’un art de vivre séculaire.

Jugée digne de devenir l’héritière de la ‘ maison de geishas ‘ la plus prisée de Kyoto, Mineko Iwasaki décide de quitter ses parents pour les sauver de la misère. On lui apprend la danse, la musique, la calligraphie, la discipline. Mais elle découvre peu à peu, derrière les kimonos de soie et les réceptions prestigieuses – où magnats de l’industrie, monstres sacrés du cinéma et têtes couronnées se disputent sa compagnie -, que la condition des geishas, peu instruites et soumises au bon vouloir de leurs clients, n’évolue pas dans le Japon post-féodal. Mineko Iwasaki desvela en estas conmovedoras memorias muchas incógnitas sobre el mundo de esas elegantes damas dedicadas a las artes de la música, la danza y a la conversaci&. Ver más Tapa blanda Temporalmente no disponible ir a ficha En Japón, existen unos distritos especiales, llamados karyukai, que están dedicados al disfrute de los placeres estéticos. En estas comunidades viven y trabajan las geishas, profesionales instruidas en las artes amatorias. El término karyukai significa ‘el mundo de la flor y el sauce’. Mineko Iwasaki desvela en estas conmovedoras memorias muchas incógnitas sobre el mundo de esas elegantes damas dedicadas a las artes de la música, la danza y la conversación. Si durante más de trescientos años las geishas formaron una comunidad protegidad por un antiguo código de silencio, Iwasaki despliega ante los ojos del lector su verdadera historia como integrante de un grupo de cuya peculiar actividad y carácter sagrado y secreto nadie antes se había atrevido a hablar. Mineko Iwasaki, la geisha más famosa del mundo, reveló a Arthur Golden todos los secretos de su vida y la de estas elegantes damas dedicadas al arte de la música, la danza y la conversación. Golden lo conto en Memorias de una geisha, una novela publicada en una treintena de paises.

Ahora, tras demandar al escritor por difamacion, ruptura de contrato y violacion de copyright por revelar su identidad; Iwasaki ha decidido contar su verdadera historia – dolida, sobre todo, por la indiscrecion y la luz arrojada sobre la ceremonia de su mizuage, la perdida de la virginidad, a cambio de una pequeña fortuna.

El libro consta de una introduccion, treinta capitulos y un epilogo sobre cual es la situacion actual de la protagonista. Ver más Tapa blanda Temporalmente no disponible ir a ficha Tapa blanda bolsillo Temporalmente no disponible ir a ficha

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¿Cómo es la vida de una geisha?

¿QUÉ ES UNA GEISHA? – Una Geisha, Geiko en la región de Kyoto, es una artista tradicional japonesa que se dedicaba a entretener al público, tanto masculino como femenino, en fiestas, reuniones o banquetes a través de artes tradiconales japonesas, que podían ser la música, el baile o la narración.

¿Cuánto cuesta ser una geisha?

Contratar a una geisha puede costar entre 20.000 y 40.000 yenes, dependiendo de su prestigio – Contratar a una geisha cuesta habitualmente entre 20.000 y 40.000 yenes, precio en el que no se incluye la comida, así que para disfrutar de sus dotes artísticas es necesario hacer un desembolso considerable de dinero.

Por este motivo antes había muchos turistas que iban a algunos estudios especializados donde pueden disfrazarse como geishas para tomarse fotografías de recuerdo. También puede observarse a muchos turistas que esperan en las calles de Kioto para ver si aparece fugazmente alguna de estas artistas. Atendiendo a las demandas de los visitantes, en los últimos años han aumentado el número de establecimientos, casas de té y hoteles que ofrecen a los visitantes la posibilidad de experimentar un ozashiki por un precio relativamente barato un poco antes del inicio de la hora de los ozashiki formales.

Algunos de estos establecimientos cuentan con geishas bilingües o intérpretes para los clientes extranjeros, permitiéndo así a estos visitantes experimentar de manera más profunda la cultura japonesa.

Ozashiki asobi con maikos y geishas (Kioto) http://www.shinmonso.com/english/ (inglés) http://www.shinmonso.com/guestplan/maiko/plan01/ (japonés) Experimentar la compañía de maikos y geishas (Kioto) http://www.maica.tv/e/ (inglés) http://www.maica.tv/ (japonés) Experimentar la compañía de maikos y geishas (Tokio) http://www.cocomo1.net/maiko/english.html (inglés) http://www.cocomo1.net/maiko/ (japonés) Teatro permanente del kyōmai (Danza de las maikos) (Kioto) http://www.kyoto-gioncorner.com/index.html (japonés)

¿Cómo se llamaba la virginidad de una geisha?

ELMUNDO.ES REBELIÓN|LA CORTESANA ACTRIZ Sadayako, la geisha actriz que vendió su virginidad al mejor postor Tenía 14 años cuando un millonario conde japonés compró su virginidad. Después de ser vendida, madame Sadayako aprendió a ser actriz mientras complacía a los clientes en la casa de té más selecta del Tokio de finales del XIX.

Diva. Sadayako ocupó las portadas de prestigiosas revistas.

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JAVIER MEMBA La virginidad de una geisha era un bien inapreciable. Mediante su venta, la mujer que había formado a la muchacha en el oficio recuperaba la cuantiosa inversión. Madame Sadayako, antes de ser la primera actriz japonesa que aplaudió Occidente, fue la cortesana más deseada de Tokio.

Su virginidad fue comprada por un millonario, el conde Hirobumi Ito, uno de los paladines del nuevo Japón puesto en marcha por el emperador Meiji Tenno (1867-1912). Ella tenía 14 años. Aunque la suerte de madame Sadayako fue la misma que la de tantas jóvenes del país de los shogun, los caudillos militares que tiranizaron aquel archipiélago entre 1192 y 1867, también fue una de las primeras japonesas “que tomó las riendas de su vida”.

Al menos así lo estima la periodista Leslie Downer, quien escribe en Madame Sadayako que su protagonista “labró su propio destino contando sólo con su belleza y su talento. Desarrolló una brillante carrera artística y abrió camino a varias generaciones de japonesas”.

  1. Era aquella una época en que Japón sentía la misma fascinación por Occidente que este lado del mundo por el país del sol naciente.
  2. En medio de tan feliz romance, fue la primera actriz de aquellos pagos aplaudida en los escenarios y las cortes de Europa y EEUU.
  3. Madame Sadayako, hasta hace poco la principal geisha de Japón”, podía leerse en un artículo aparecido en The San Francisco Chronicle el 20 de mayo de 1899, “ha solicitado y obtenido unos honorarios que ninguna prima donna despreciaría.

La duración de su interpretación viene marcada por lo que tarda en consumirse una varita de incienso. Es el mejor ejemplo de una belleza japonesa y una dama de alto rango social, dotada de gran talento musical”. Nacida en el Tokio de 1871, fue la suya una antigua familia de samuráis, que cambió la espada por los negocios con tan poca fortuna que cuando la pequeña Sada Koyama, su verdadero nombre, vio la luz, no tardaría en perderlo todo.

  • Tanto fue así que nada más cumplir tres años de edad se decidió su futuro: sería vendida como geisha, por más que la venta de personas, entre otros grandes logros alcanzados en la época Meiji, fuera abolida en 1872.
  • Ante tan triste perspectiva, a los seis años entró en “la flor y el sauce”, brillante eufemismo con el que se denomina el mundo de estas cortesanas.

Su “casa de té” –otra perla de la retórica nipona, pues dichos establecimientos eran los lupanares– era la de Hamada, una de las más frecuentadas en el barrio de Yoshicho; Kamekichi, quien regentaba el negocio, fue la madre adoptiva de la futura actriz.

“Cuando me llevaron a la casa de Hamada, fue en condición de hija. Kamekichi era diferente a las geishas normales”, recordaría con el correr del tiempo la futura actriz. Estima Leslie Downer que la dueña, apenas vio a la niña, descubrió a una mujer fuera de lo común, un diamante en bruto que hubo de pulir a conciencia.

“Yo era muy poco femenina”, dijo después, “me ponía las sandalias y los quimonos de los chicos, trepaba a los árboles y correteaba y me divertía con ellos”. Pese a los privilegios aludidos, los primeros días en “la flor y el sauce” constituyeron una auténtica escuela de sumisión.

En ellos aprendió a encandilar a un hombre con una mirada de soslayo, a ser lánguida y elegante, a charlar con coquetería y a caminar con aire seductor. Aprendió los secretos del maquillaje y de los peinados, así como las reglas de la etiqueta al uso. Y, lo que sería más importante para su futuro, le enseñaron música e interpretación.

Cuando contaba nueve años ya servía las copas de sake a la clientela sin derramar ni una sola gota. Ko-Yako –pequeña Yako– era su nombre de entonces. “Cuando su pupila alcanzó la pubertad, Kamekichi se planteó su pregunta decisiva: ¿quién la desfloraría? Había invertido una enorme cantidad de dinero en ella”, escribe Leslie Downer.

  • Por aquellos días, mientras cabalgaba por las praderas de Honjo, la pequeña Yako conoció a su gran amor, un estudiante que respondía al nombre de Momosuké Iwasaki.
  • Ni que decir tiene que la flor de la muchacha no fue para él.
  • El mizuague –la primera vez de una geisha– era el principal medio mediante el que la propietaria de la joven recuperaba lo invertido.

Siendo su casa de té una de las más frecuentadas por los inversores de la recién inaugurada Bolsa y demás prohombres del nuevo régimen, Kamekichi había reservado el mizuague de Ko-Yako al conde Hirobumi Ito. Este antiguo héroe de la lucha contra los shogun era un acaudalado ministro del nuevo emperador que no dudó en pagar una elevada suma a cambio de iniciar a la muchacha en los placeres de la carne.

Amigo y amante. A diferencia de la cultura occidental, al menos de aquellos días, la pérdida de la virginidad no suponía trauma alguno para la mujer japonesa. Más bien se trataba de un verdadero descubrimiento del gozo. Ante tan feliz panorama, no es de extrañar que entre la ya madame y su conde protector surgiera una auténtica amistad.

Ito fue un atento amante de Ko-Yako, terminó de pulirla y la introdujo en la mejor sociedad de Tokio. En los tres años que duró la relación, la joven se convirtió en la más deseada de toda la ciudad. Los presidentes de entidades bancarias y los campeones de sumo se sucedieron en el lecho de Ko-Yako.

  1. Pero la belleza de las geishas es más efímera que la del resto de las mujeres.
  2. Aún no la han perdido cuando ya dejan de estar en edad de merecer para la clientela.
  3. Es entonces, en los últimos días de esplendor, cuando han de encontrar a un hombre que se case con ellas antes de que no haya ninguno que las vuelva a mirar.

Yako lo encontró a los 27 años en Otojiro Kawakami, un actor vanguardista introductor de las técnicas occidentales en la escena nipona, en cuya compañía adoptó el alias de Sadayako, que no era otro que la fusión de su nombre verdadero con el apodo utilizado en sus días de cortesana.

  1. La época Meiji también trajo nuevos aires al teatro.
  2. En 1891 se permitió que las mujeres actuaran junto a los hombres, lo que estaba prohibido desde 1629.
  3. Las primeras colaboraciones en la compañía de su esposo no obtuvieron el favor del público.
  4. Estaba tan influido por la cultura occidental que su obra más celebrada había sido una adaptación de La vuelta al mundo en 80 días.

Agobiados por las deudas, el actor decidió poner rumbo a Estados Unidos. Salieron del puerto de Kobe el 30 de abril de 1899 con destino a San Francisco. Los comienzos de la compañía de Otojiro en Occidente no fueron mejores que sus últimas experiencias cosechadas en Japón.

Tres meses después de su llegada a California, alcanzaron su primer aplauso en Seattle. Tras interpretar piezas del repertorio clásico japonés con más pena que gloria, comprendieron que el público estadounidense no las entendía y decidieron refundir varias de aquellas obras en La geisha y el caballero.

El éxito no se hizo esperar. Fue el diario The Washington Post el primero en comparar a madame con Sarah Bernhardt, Ellen Terry, Eleonora Duse, Gabrielle Réju y el resto de las grandes intérpretes de su tiempo. La diva japonesa bailó para el presidente estadounidense McKinley coincidiendo con el centenario de las celebraciones de la fundación de la ciudad de Washington.

  • Pero la verdadera meta de Otojiro era París.
  • El 28 de abril de 1900 iniciaron la travesía del Atlántico.
  • En mayo de ese mismo año la historia volvió a repetirse en los escenarios de Londres.
  • A la tibia acogida próxima al fracaso inicial le sucedió el más clamoroso aplauso.
  • Ya con la capital del mayor imperio del mundo rendida completamente a sus pies, madame Sadayako, que siempre destacaba por encima de su marido, bailó para el príncipe de Gales el 27 de junio.

Apunta Leslie Downer en la biografía que, tras verla, “el príncipe playboy acarició los hermosos cabellos de la bailarina con sus rollizos y enjoyados dedos y le comentó lo encantadora que era”. A ese París que Otojiro siempre quiso visitar llegaron el 29 de junio.

La Belle Époque conocía entonces su apogeo y los actores japoneses tenían el mismo atractivo para sus protagonistas que el opio. André Gide fue seis veces a ver bailar a Sadayako; Auguste Rodin calificó de “perfecto” el arte de la actriz. Tal vez fuera Picasso, que la pintó como una mujer dotada con muchos brazos, quien mostró menos entusiasmo.

En sus visitas a ciudades europeas, el zar Nicolás II o los bohemios barceloneses del Quatre Gats se contaron entre los espectadores más incondicionales. Sostiene Downer que Puccini, que hasta entonces no había visto a ninguna japonesa, encontró en ella la inspiración para ciertas notas de su Madame Butterfly.

Tras volver a Japón el 1 de enero de 1901, madame Sadayako inició una segunda gira europea que se prolongó desde el 10 de abril de ese mismo año hasta el 19 de agosto del siguiente. Después de fundar un teatro en Tokio con las ganancias obtenidas en sus periplos occidentales, Sadayako y Otojiro se separaron.

Ella se unió entonces a Momosuké Iwasaki, aquel amor de juventud al que no se pudo entregar. Esta semana ha salido a la venta en España la biografía de la actriz japonesa, “Madame Sadayako”, de Leslie Downer. Editorial Lumen.480 páginas.19 euros. : ELMUNDO.ES

¿Qué diferencia hay entre una geisha y una maiko?

Diferencias entre Maiko y Geisha – Maiko es una aprendiz de geisha, y su aprendizaje puede ser de hasta 5 años. Las maikos se distinguen fácilmente, ya que su forma de vestir es increíblemente llamativa, no tiene nada que ver con las geishas que visten con colores mucho más neutrales.

  • El kimono también es una pieza muy destacable en las maikos pues a parte de los colores, sus mangas son mucho más largas,
  • La parte de atrás, se le llama obi y en las maikos suele ser muy largo, a veces incluso, puede llegar a rozar el suelo, en las geishas suele ser corto.
  • Es por ello por lo que las maikos llevan los famosos zapatos llamados Okobo, con una altura de unos 10 cm aproximadamente.

Los de las geishas se le llaman geta, también son de madera pero mucha menos altura. La forma que tienen al andar con esos zapatos, los japoneses la consideran extremadamente sensual. Algo destacable para diferenciarlas es también en el peinado y sus adornos,

Los adornos que llevan en el pelo las maikos son muy abundantes y coloridos. Cabe destacar el bira Kanzashi que tintinea cuando camina y luego el hana Kanzashi que marca la estación del año con el color y la forma de la flor. Pues hasta aquí las diferencias que creo que son más destacables entre maikos y geishas.

Espero que te gusten las fotos tanto como a mí, y que si viajas al país nipón y tienes la oportunidad de vivir esta experiencia, no te lo pienses, pues SIEMPRE LO RECORDARÁS Que Es Una Geisha Coreana Que Es Una Geisha Coreana Que Es Una Geisha Coreana Si no quieres perderte ningún artículo, puedes suscribirte a nuestro blog para ser el primero en recibir toda la información que necesites. Recuerda que puedes contratar tu seguro de viaje a través de nosotros y obtendrás un 5% de descuento en MONDO. ¡El mejor seguro de viaje! VIAJA SEGURO CON MONDO Si tienes cualquier consulta, no dudes en escribirnos o dejarnos un comentario. Que Es Una Geisha Coreana

¿Qué hay que hacer para ser una geisha?

ENTRENAMIENTO – * En el pasado, las niñas podían convertirse en aprendices de geishas desde los 13 años, pero actualmente es ilegal hacerlo antes de los 18 excepto en Kyoto, donde una chica puede comenzar a los 15 años. * Las aprendices solían trabajar por varios años antes de convertirse en geishas, pero debido a que ahora muchas mujeres se unen al oficio a sus 20 años, usualmente comienzan como geishas.

  1. Las geishas son sometidas a un riguroso entrenamiento en instrumentos clásicos como el shamisen de tres cuerdas, la flauta y el tambor.
  2. También toman lecciones en danza tradicional, música y la ceremonia del té.
  3. Otras destrezas que deben ser dominadas incluyen entretener a invitados con conversaciones ligeras.

Las geishas están obligadas por una ley de palabra a no revelar detalles de sus conversaciones con clientes, entre los que figuran políticos y ejecutivos.

¿Dónde viven las geishas?

Visitar Kanazawa es viajar al Japón feudal, en el que habitaban poderosas familias nobles, samuráis y geishas. Quedan importantes reminiscencias de todo ello en esta ciudad bordeada por los Alpes Japoneses y el Mar de Japón.

¿Qué es lo que cargan las geishas en la espalda?

El obi (帯) es una faja ancha de tela fuerte que se lleva sobre el kimono; se ata a la espalda de distintas formas.

¿Cuándo desaparecen las geishas?

Se allana el camino para las geishas – A mediados del siglo XVIII, en las casas de té que hay alrededor de los templos sintoístas de Kioto y Osaka aparecen unas mujeres que se encargan de entretener a los peregrinos y viajeros, y sin duda, estas «animadoras» pueden considerarse hoy las precursoras más directas de las geishas, al menos en su vertiente femenina.

  1. Digo esto porque en realidad las primeras geishas eran hombres que previamente habían formado parte del grupo conocido como taikomochi (que podría traducirse como «el que lleva un tambor»).
  2. Estos hombres llevaban haciendo su trabajo dentro de los límites de los barrios de placer desde un siglo atrás y se dedicaban a entretener a sus clientes con baile, música y conversación en los banquetes que estos tenían con sus cortesanas, antes de retirarse a disfrutar con ellas de los placeres carnales.

Y hasta 1750 no encontramos a la primera geisha mujer, que ni siquiera lo era como tal, ya que realmente era una cortesana que se autoproclamó geisha. Kikuya se llamaba y se hizo famosa sobre todo por sus dotes para el shamisen y el canto, más que por sus dotes carnales.

  • El desarrollo de las geishas femeninas, de hecho, estuvo conectado fuertemente con la introducción del shamisen hacia mediados del siglo XVI.
  • Este instrumento de tres cuerdas se volvió extremadamente popular a lo largo y ancho de Japón gracias a que era relativamente sencillo de tocar y era el acompañamiento perfecto a muchas de las canciones populares de la época.

Y aunque muchas de las cortesanas pronto incluyeron el shamisen entre sus habilidades, con el tiempo lo dejaron de lado o simplemente con tanto movimiento entre las diferentes clases de cortesanas su uso se perdió, dando vía libre a las geishas hombres para dedicarse a la parte musical del entretenimiento y más tarde fueron las geishas femeninas las que finalmente se convirtieron en las maestras de este instrumento de tres cuerdas, Que Es Una Geisha Coreana Ukiyoe de Hiroshige Ando (alrededor de 1840) en el que aparecen geishas en una casa de té Otro punto importante en el desarrollo de las geishas femeninas fue la aparición de las odoriko, Hacia el año 1680 comenzó a ser frecuente que muchas jovencitas fueran enviadas por sus padres a recibir clases de baile, para poder obtener dinero a cambio de estos servicios, muy populares entre los daimyō y los samuráis de clase más alta.

Originalmente estas jovencitas no comerciaban con favores sexuales, pero en vista del dinero que los señores feudales estaban dispuestos a pagar por su compañía, muchos padres sin escrúpulos fueron explotándolas más y más hasta que muchas de ellas se convirtieron en meras prostitutas que sabían bailar.

En 1743 un grupo de odoriko de Edo fue arrestado junto con otras prostitutas ilegales y se les envió a trabajar a Yoshiwara. Asimismo, en 1753 otro grupo de odoriko fue enviado a trabajar dentro de los muros del barrio de placer, ya que eso de ofrecer servicios sexuales no regulados estaba muy mal visto y eran muy malo para el negocio.

Fue en esa época cuando estas mujeres, aunque todavía prostitutas, comenzaron a autodenominarse «geishas», pues sabían hacer más cosas y con más estilo que las cortesanas. Y finalmente las geishas sólo se encargaron de la parte artística del entretenimiento en los barrios de placer. Al contrario que las cortesanas, las geishas eran mujeres independientes e inteligentes que vivían de sus dotes artísticas y de su ingenio, sin estar sujetas a rígidos formalismos.

Podían relacionarse sexualmente cuando quisieran y con quien quisieran y no estaban obligadas a vivir en los barrios de placer. Shimabara fue uno de los primeros barrios en unirse a la moda de las geishas y aunque Yoshiwara tardó una década, finalmente sucumbió a la presión.

  • Rápidamente, las geishas femeninas u onna geisha sobrepasaron en número a las geishas masculinos y el término pronto pasó a referirse sólo a mujeres, con lo que los hombres que se dedicaban a este trabajo fueron entonces llamados otoko geisha, es decir, hombres geisha.
  • Con la desaparición de las tayū, además, las geishas se colocaron en el ojo del huracán y en 1779 se habían vuelto tan populares y demandadas que se habían convertido incluso en rivales de las cortesanas, robándoles muchos de sus clientes, y eso que ellas no comerciaban con el sexo.

Estaba claro que todo esto era un polvorín, ya que los propietarios de los burdeles veían como sus ingresos caían, y encima las geishas no pagaban impuestos y podían entretener a los clientes fuera de los barrios de placer, con lo que muchos ni siquiera entraban luego a buscar cortesanas.

Las geishas no podían salir de los barrios de placer para ejercer su trabajo, menos en el día de Año Nuevo y en el Bon Odori en julio, cuando se levantaba esta prohibición (aunque debían regresar antes de las cuatro de la tarde). Así evitaban lo que consideraban competencia desleal.Las geishas tenían terminantemente prohibido vestir kimonos extravagantes y sólo podían llevar peinados de estilo sencillo, con pocos adornos en el pelo (una peineta y dos pinzas, pobrecitas, lo que tuvieron que sufrir).Para evitar que adquirieran confianza con sus invitados, las geishas debían ser contratadas en grupos de tres y no se podían sentar cerca de sus clientes a no ser que no hubiera ninguna otra posibilidad. Si se sospechaba que una geisha estaba intimando demasiado con un cliente, el kenban podía abrir una investigación y la geisha podía ser suspendida de empleo durante un par de días, o incluso podía llegar a ser expulsada. Así, los clientes no perdían sus energías sexuales con las geishas, encima sin pagar, y estaban listos para contratar a las cortesanas. Su horario de trabajo estaba estrictamente limitado desde el mediodía hasta las 10 de la noche, aunque posteriormente se extendió esta hora hasta la medianoche.

Este sistema de control de geishas fue tan efectivo en Yoshiwara que pronto fue adoptado en el resto de los barrios de placer. Pero de nuevo, salió el tiro por la culata y es que las reglas, aunque muy estrictas, crearon las condiciones perfectas para el despegue definitivo de las geishas porque las distinguió total y absolutamente de las cortesanas en un momento en el que la excesiva ritualización de las costumbres de estas, las conversaciones estereotipadas y la excesiva ornamentación de sus kimonos, peinados y maquillaje estaban empezando a cansar a los hombres que acudían a los barrios de placer, que buscaban algo más sencillo y terrenal, algo que encontraron en la elegancia, el ingenio, y las artes de las geishas.

A finales del siglo XIX las geishas hombres habían desaparecido y fue a partir de este momento cuando las geishas tal y como las entendemos actualmente se extendieron por todo Japón. Un detalle que merece la pena comentar es el importante papel que desempeñaron las geishas durante la Restauración de Meiji, cuando el gobierno dejó de estar en manos de los shogun de la familia Tokugawa y pasó nuevamente al emperador.

Gran parte de los planes revolucionarios se gestaron en las casas de té, donde trabajaban las geishas, famosas por su discreción, de manera que tras el éxito de la Restauración, las geishas fueron ampliamente favorecidas por los nuevos estamentos japoneses, como agradecimiento, pasando muchas de ellas a ser las concubinas de los nuevos hombres fuertes del gobierno surgido de la Restauración.

¿Quién es el esposo de geisha?

Anita Alvarado
Información personal
Nacionalidad Chilena
Familia
Cónyuge Yuji Chida ( matr.1997) Judson William Fee ( matr.2014)

¿Qué edad tiene geisha?

A la edad de 20 o 21 años o básicamente cuando la chica esté preparada, la maiko se convierte en geisha a través de una ceremonia llamada erikae, literalmente, «cambio de cuello».

¿Qué diferencia hay entre una geisha y una oiran?

Diferencias entre una oiran y una geisha – Debido al parecido en la vestimenta, peinado y maquillaje de las oiran y de las geishas, y el hecho de que ambas profesiones requerían una sofisticada forma de ser, durante la Segunda Guerra Mundial, las oiran, particularmente en onsen, queriendo aprovechar el prestigio de las geishas se promocionaban de tal forma ante los turistas (japoneses y extranjeros).

Sin embargo hay claras diferencias entre una oiran y una geisha, no solo en apariencia, sino también en los servicios. Aunque las dos cultivaban el arte de la danza, la música, la caligrafía y la conversación entre otras artes, no debemos olvidar que las oiran eran prostitutas de lujo y sus servicios eran sexuales, mientras que el de las geishas era puramente entretenimiento.

Dentro del cometido de la geisha podía producirse el flirteo o el coqueteo con los hombres, así como juegos de insinuaciones, sin embargo, los clientes sabían que no podían esperar nada más allá. Sin embargo el propósito de una oiran es proporcionar placer sexual, acompañado con entretenimientos como recitar versos, tocar instrumentos musicales, o mediante la conversación.

Durante el período Edo, la prostitución era legal y las prostitutas, como las oiran, estaban autorizadas por el gobierno. Por el contrario, las geishas tenían estrictamente prohibida la prostitución, y estaba oficialmente prohibido que tuvieran relaciones sexuales con sus clientes. Físicamente se distinguía a una oiran de una geisha por distintos detalles en su indumentaria: la forma más fácil de distinguirlas era mediante el obi o cinturón.

Las oiran anudaban sus obis al frente mientras que las geishas lo hacían a la espalda. Después, el kimono de una oiran siempre era de colores más llamativos que el de una geisha. Las getas de las oiran eran de una altura muy superior a las usadas por las geishas.

  1. Por otro lado el maquillaje de una oiran se diferenciaba del de una geisha en los labios, donde la geisha se pintaba los dos labios y una oiran solo el labio inferior, además de que la oiran se pintaba el cuello con tres rayas blancas, en vez de con dos como lo hacían las geishas.
  2. Por último, el recogido de una oiran en la parte trasera de la cabeza es más exagerado que el de las geishas en la curva y en los laterales.

Además la oiran no usaban tabi o calcetines. La equivocación de los servicios de las oiran y las geishas también fue fundamentado por Arthur Golden en su libro Memorias de una geisha, donde muchas de las vivencias de la protagonista (la geisha Sayuri ) en su profesión relatadas por Golden, están equivocadas y erradas, como el mizuage (ritual donde una aprendiz pasa a ser una profesional), donde el autor narra que Sayuri subasta su virginidad al mejor postor para que la desflore, cuando dicho mizuage era en las oiran cuando una kamuro se convertía en yuujo,

¿Cómo se llaman las mujeres chinas?

Geishas, kisaengs y concubinas chinas.

¿Qué significa el tatuaje de una geisha?

Significado de los tatuajes de Geishas De una verdadera geisha se dice que es una obra de arte viviente. No en vano, el término geisha significa persona de las artes. Para el mundo occidental, es una figura de misterio e intriga. Su maquillaje blanco similar a una máscara esconde las emociones de una geisha.

  1. La peluca tradicional negra se adorna con cascabeles y su pequeño cuerpo es envuelto apretadamente en kimonos de colores con la faja ancha o obi en el centro.
  2. Sus pies, pequeñitos y con el que realiza pasos cortos, es envuelto en unas sandalias blancas.
  3. La geisha también hace uso de un abanico con el que expresa un lenguaje complejo para el que lo ve.

Pero lo que llama la atención en una geisha, y que nunca falta, es el color rojo. El rojo simboliza la fertilidad, y es utilizado en estas mujeres incluso en la ropa interior para proteger los órganos reproductivos y demostrar que están sanos. Una verdadera geisha pasa años de entrenamiento en su arte.

Aprenden a tocar instrumentos musicales tradicionales y el dominio de la antigua danza. La caligrafía, cantar, poesía, ceremonia del té o el arreglo floral también están entre sus muchas habilidades. Una geisha está obligada a participar en conversaciones con sus clientes. Éstas debían ser inteligentes y además estar sujetas a un código de silencio, por parte de la geisha, sobre lo que había escuchado.

El éxito de estas mujeres dependía de su talento, sofisticación, belleza y habilidad. La geisha como tatuaje Actualmente el símbolo de la geisha, en el mundo oriental, representa parte de su cultura. Para el mundo occidental es bellísimo que se escoge para multitud de diseños de tatuajes.

La geisha, dentro de los tatuajes, forma a menudo parte de una escena más grande, donde un samurái valiente viene a su ayuda, protegiéndola del mal, daño o peligro. Cada uno de los personajes juega un papel en el cuadro, no menos que el o el demonio. Un tatuaje de geisha representa el símbolo de la feminidad, el poder y la mística.

Como si de una orquídea rara se tratase, la geisha es famosa por su belleza, pero a la vez se convierte en algo inalcanzable, casi etéreo. Para muchas personas que eligen este diseño representa también la serenidad y la paz. Las geishas son escogidas, en la mayoría, por los hombres para los diseños de tatuaje.

  • Aunque cada día hay más mujeres que se tatúan geishas por lo que representan y por el resultado que da su bello colorido y elementos.
  • Estos diseños se realizan en hombros, espaldas, mangas y pies.
  • Los tatuajes son tradicionales japoneses en el que generalmente se ve a una geisha detrás de su abanico, aunque también son representadas con diferentes variantes y estilos como el old school y new school.

En estos otras variantes son diseñadas con actitudes guerreras, que acompañan en las contiendas a los samuráis. Sea cual sea el estilo que elijas, un tatuaje de geisha siempre es significado de sofisticación debido a la complejidad que exige su diseño.

No dejes de pasarte por la galería de tatuajes de geishas y samuráis en este enlace. Seguro que te ayudarán a inspirarte. Aunque hoy en día existen en Japón los métodos de entrenamiento tradicionales para geishas, estos se han reducido en duración y contenido. Se realizan de forma voluntaria y las actuaciones son reservadas principalmente para los turistas que ven en estas mujeres una belleza mítica y que se aleja más allá del sentido sexual.

: Significado de los tatuajes de Geishas

¿Cuántas geishas existen?

Descubrimos que es una geisha en la cultura japonesa Tras 400 años de tradición, a día de hoy existen aproximadamente 1.000 geishas que ejercen como tal. Caracterizadas por su maquillaje, peinado, vestimenta y comportamiento, son consideradas uno de los símbolos más emblemáticos del país nipón.

A pesar de que hay películas y libros muy conocidos que han recreado cómo creen que era la vida de la geisha, desde Go! Go! Nihon nos hemos propuesto hacer una radiografía completa de este grupo de artistas que protege y mantiene las artes antiguas japonesas. En el post de hoy os contamos de dónde viene la palabra geisha, cómo nacieron, cómo son sus aprendices y en qué situación se encuentran actualmente.

¡Empezamos!

¿Cómo medían el tiempo las geishas?

Los servicios que ofrecían eran muy costosos y duraban un tiempo limitado. Este se medía por una varilla especial de incienso que se encendía al comienzo de la fiesta. Una vez se consumiera por completo, daba por finalizado el tiempo contratado.

¿Donde trabajan las geishas?

Una geiko (‘geisha’ en el dialecto de Kioto) vive en una casa de geishas (okiya), y trabaja en una casa de té (o-chaya), donde hay música, baile, fiesta, a veces alimentos, y siempre abundante alcohol.

¿Qué diferencia hay entre una geisha y una maiko?

Diferencias entre Maiko y Geisha – Maiko es una aprendiz de geisha, y su aprendizaje puede ser de hasta 5 años. Las maikos se distinguen fácilmente, ya que su forma de vestir es increíblemente llamativa, no tiene nada que ver con las geishas que visten con colores mucho más neutrales.

El kimono también es una pieza muy destacable en las maikos pues a parte de los colores, sus mangas son mucho más largas, La parte de atrás, se le llama obi y en las maikos suele ser muy largo, a veces incluso, puede llegar a rozar el suelo, en las geishas suele ser corto. Es por ello por lo que las maikos llevan los famosos zapatos llamados Okobo, con una altura de unos 10 cm aproximadamente.

Los de las geishas se le llaman geta, también son de madera pero mucha menos altura. La forma que tienen al andar con esos zapatos, los japoneses la consideran extremadamente sensual. Algo destacable para diferenciarlas es también en el peinado y sus adornos,

Los adornos que llevan en el pelo las maikos son muy abundantes y coloridos. Cabe destacar el bira Kanzashi que tintinea cuando camina y luego el hana Kanzashi que marca la estación del año con el color y la forma de la flor. Pues hasta aquí las diferencias que creo que son más destacables entre maikos y geishas.

Espero que te gusten las fotos tanto como a mí, y que si viajas al país nipón y tienes la oportunidad de vivir esta experiencia, no te lo pienses, pues SIEMPRE LO RECORDARÁS Que Es Una Geisha Coreana Que Es Una Geisha Coreana Que Es Una Geisha Coreana Si no quieres perderte ningún artículo, puedes suscribirte a nuestro blog para ser el primero en recibir toda la información que necesites. Recuerda que puedes contratar tu seguro de viaje a través de nosotros y obtendrás un 5% de descuento en MONDO. ¡El mejor seguro de viaje! VIAJA SEGURO CON MONDO Si tienes cualquier consulta, no dudes en escribirnos o dejarnos un comentario. Que Es Una Geisha Coreana

¿Cuántas geishas quedan en Japón?

Dic 8 (Reuters) – Las geishas son artistas en Japón que realizan bailes tradicionales y tocan música en fiestas y reuniones de restaurantes exclusivos. Existían unas 40.000 geishas en Japón a mediados de la década de 1950, pero actualmente quedan unas 1.000.

  1. Su declive es atribuido a una pérdida de interés en las artes tradicionales y el surgimiento del karaoke y de otras formas de entretenimiento.
  2. La antigua capital Kyoto es el centro de la actividad, pero también existen unas 300 geishas en el distrito de Tokio, y unas 230 en el balneario de Atami, al oeste de Tokio.

Los siguientes son algunos datos sobre la profesión:

¿Cómo medían las geishas el tiempo?

Los servicios que ofrecían eran muy costosos y duraban un tiempo limitado. Este se medía por una varilla especial de incienso que se encendía al comienzo de la fiesta. Una vez se consumiera por completo, daba por finalizado el tiempo contratado.

¿Qué pasó con las geishas en la Segunda Guerra Mundial?

Las geishas en la época moderna – Cuando hoy vemos a las geishas, con sus kimonos, su estética y su dominio de artes tradicionales, podemos perder de vista que, al principio, eran símbolos de modernidad. Y aunque nos cueste creerlo, fueron ellas las que marcaron las tendencias de la moda ; fueron las primeras que, con la apertura de Japón hacia Occidente, empezaron a peinarse y a vestir como hacían las mujeres de esos países con los que Japón empezaba a tener trato.

  • Pero entonces surgieron las hostesses, unas “camareras” de estilo occidental que también entretenían a los clientes, pero sin el entrenamiento riguroso en artes tradicionales de las geishas y en bares más modernos que las tradicionales casas de té.
  • Parecía que las geishas podían correr el mismo destino con las hostesses que en el pasado las cortesanas corrieron con ellas, así que se dieron cuenta de que si querían sobrevivir, tenían que dar un giro de 180 grados y así, se convirtieron en depositarias de las tradiciones japonesas más antiguas,

De hecho, es raro ver hoy en día a una japonesa vestida de kimono y cada día hay menos gente que sepa tocar el shamisen o realizar apropiadamente la ceremonia del té, mientras que para una geisha, todo esto es su pan de cada día. Que Es Una Geisha Coreana Geikos Sayoko y Satomi y maiko Katsuriki en Gion Las hostesses, además, aprovecharon el cierre de los barrios de geishas durante la Segunda Guerra Mundial para convertirse en las principales animadoras, por lo que cuando volvieron a abrirse los negocios dentro de estos barrios, las geishas eran poco más que un recuerdo del pasado, una institución que mantenía vivas las artes tradicionales, sin más.

Y por si fuera poco, tras la guerra, se promulgaron nuevas leyes que regulaban la prostitución y el entretenimiento, lo que supuso el final de algunas costumbres bastante arraigadas como por ejemplo la de que algunas familias rurales de pocos medios vendieran a sus hijas a una casa de geishas o la del mizuage o desfloración de la aprendiza de geisha por un patrono a cambio de una cantidad de dinero generalmente bastante alta.

Con la ocupación americana, las geishas vivieron momentos tensos y duros, ya que muchas prostitutas, para atraer con más facilidad a los soldados americanos, empezaron a decir que eran geishas, ya que aunque poco se sabía en Occidente acerca de su verdadera naturaleza, su existencia era plenamente conocida pero estaba asociada a un tipo de prostitución de gran exotismo.

  1. En cierto modo, esta confusión continúa viva en la actualidad, ya que sigue habiendo mucha gente que confunde geisha y prostituta.
  2. Hoy en día, por tanto, la vida de una geisha es totalmente diferente a como era en el pasado.
  3. Actualmente las chicas que se convierten en geishas lo hacen por voluntad propia, no por una transacción monetaria entre sus familias y las casas de geishas y generalmente no permanecen en este trabajo demasiado tiempo, ya que es una vida muy dura.

Pero lo que más cabe destacar es la tendencia que en las últimas décadas ha golpeado con dureza a la comunidad de geishas: la drástica reducción del número de aprendizas y de geishas profesionales, Muy pocas japonesas se muestran receptivas hoy en día ante la idea de dedicar sus años de juventud al estudio y al perfeccionamiento de unas artes tradicionales, cuando para entretener a un cliente existe una forma más fácil y con una carrera por delante mucho menos exigente, las ya mencionadas hostesses, Que Es Una Geisha Coreana Japonismo con una de las geigi (geisha) en nuestra cena en el restaurante Ikinariya Otro factor que ha contribuido al declive de las geishas ha sido la disminución de la demanda y es que a medida que Japón se vuelve más occidental, los hombres prefieren cada vez más la compañía de las hostesses,

Y no sólo por los altísimos precios de pasar una velada con una geisha, que también, sino porque se sienten más relajados en compañía de una camarera moderna, ya que las geishas tienen unos rituales tan elaborados y marcados que recuerdan a los que en su día tuvieron las tayū y muchos hombres de negocios no son lo bastante sofisticados para sentir que están a la altura de una geisha.

Japón es un país orgulloso de su mezcla de tradición y modernidad, pero la presión occidental está haciendo mella en la sociedad. ¿Desaparecerán las geishas? ¿O simplemente se adaptarán a los nuevos tiempos y cambiarán su estilo, como ya hicieron en el pasado? La respuesta a estas preguntas se esconde en el futuro.